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Día 2: de Puente La Reina a Logroño

Al igual que el día anterior, me levanto sin prisas. Repito desayuno (café largo solo y tostada de tomate) y cojo la bici del garaje donde estaba guardada. Me llamó mucho la atención que en el cuarto de las bicis había aplastante mayoría de e-bikes. Y, sobre todo, que había más mochilas y maletas que bicis y es que a primera hora llegaba la furgo que se las llevaba a la siguiente etapa para evitar a los peregrinos cargar con ellas.

La etapa de hoy es una de las que más desnivel acumula en el Camino. Y no es que tenga -ni mucho menos- grandes puertos, pero es un continuo sube y baja:

Track del día 2

Track del día 2

Perfil del día 2

Perfil del día 2

La travesía de Puente la Reina es preciosa y hay un bonito ambiente de peregrinos. Pero, a la salida, tras recorrer el puente medieval, vuelvo a pelearme con el GPS.

El puente medieval de Puente la Reina

El puente medieval de Puente la Reina

Tras la discusión afronto por carretera la subida al puertecillo de Mañeru, que son unos 3 km al 6%. Creo que por el camino es más duro y tiene alguna rampa de consideración, pero por asfalto subo cómodo. Eso sí, tras la experiencia de ayer no quiero desviarme demasiado del Camino.

Así, ignorando al GPS, tras desviarme para dar una vuelta a Lorca, cojo una pista que lleva a Villatuerta; pero, como no puedo dejar de meter la pata, NO era la del Camino sino una paralela. En fin… continúo por ahí hasta Villatuerta donde se junta con la ruta oficial.

Sigo hasta Estella por un corto trayecto por asfalto y allí doy una vuelta en busca del museo carlista que, desgraciadamente, está cerrado. Continúo atravesando la ciudad y salgo hacia Ayegui en dirección a la famosa Fuente del Vino de Irache. Pero antes me detengo en una forja cercana donde el herrero me invita a higos y le compro unos colgantes. Uno de ellos, con una vieira, me acompañará el resto del camino.

El colgante de la Forja de Ayegui sobre mi vieja libreta de notas

El colgante de la Forja de Ayegui sobre mi vieja libreta de notas

Apenas unos metros más adelante está la bodega que ha hecho felices a más peregrinos con los 100 litros de vino que pone diariamente a su disposición. Es divertido ver la cara de incredulidad de algunos cuando ven que no es broma, que de uno de los caños es realmente vino lo que mana.

La Fuente del Vino de Irache

La Fuente del Vino de Irache

A partir de aquí estoy en terreno muy conocido pero, tras la experiencia de ayer, no quiero pasar tanto tiempo en carretera y pronto -en Ázqueta- me incorporo a la cómoda pista por la que transitan los peregrinos. Y es donde verdaderamente empiezo a disfrutar. No sé si tiene que ver, pero es domingo y la pista está bastante concurrida.

Conforme avanzo hacia Villamayor de Monjardín encuentro alguna rampa complicada, muy empinada y con mucha piedra suelta y termino bajando de la bici y arrastrándola unos metros. Un poco más adelante encuentro la Fuente de los Moros, un precioso aljibe de S. XIII

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Me entretengo un rato haciendo el chorra junto al aljibe antes de continuar hacia la cercana Villamayor de Monjardín y, de ahí, a Los Arcos siempre por el camino tradicional. El camino es sencillo y la pista es amplia por lo que caminantes y ciclistas no nos molestamos. Es uno de los momentos que más disfruto del fin de semana.

Mojón

En Los Arcos paro a almorzar y refrescarme. El terreno que viene a continuación, hasta Viana, lo conozco bien. Por unos kilómetros volveré a la carretera ya que el camino se estrecha y la cruza varias veces e incluso por momentos coincide con ella.

Los Arcos

Los Arcos

Tras Viana, en la frontera con La Rioja, retomo el Camino. Ya muy cerca de Logroño, junto al monte Cantabria, me detengo en el puesto de doña Felisa.

Doña Felisa hace años que nos dejó, pero su nieta continúa ofreciendo “higos, agua y amor” a los peregrinos que se detienen en su “oficina”.

Logroño desde los alrededores del monte Cantabria

Logroño desde los alrededores del monte Cantabria

En pocos minutos estoy en Logroño y me hace especial ilusión seguir las señales del Camino hasta mi casa.

Conclusiones

La principal conclusión, además de afianzar lo aprendido el día anterior, fue que lo más bonito del Camino está en la ruta tradicional. Ya sé que con la bicicleta no siempre será conveniente, ni siquiera posible, seguirla; pero trataré de acompañarla tanto como pueda.

Ahora tengo un par de semanas de tiempo para solucionar los problemas encontrados: adquirir una nueva bolsa de cuadro, entenderme con el GPS y algunas otras cosas menores. Después ya me enfrentaré en serio al resto del Camino Francés.

¡Buen Camino!

El video de la etapa


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